Dejemos los amistosos en India de lado, donde la Selección Argentina (versión Europea) ya que fueron solo eso. Se mostraron cosas buenas allí, pero ciertas fragilidades defensivas continúan preocupando.
Y llega aquí la doble oportunidad del nuevo técnico para probar jugadores locales contra el viejo enemigo Brasil, en partidos de ida y vuelta.
Para mí, estos dos cotejos debieran haber tenido dos propósitos.
1) ver si algunos de los que juegan en el país, tienen la capacidad y jerarquía de ser internacionales
2) Trabajar de manera tal que haya una coherencia táctica con lo que la versión europea y principal de la selección normalmente hace.
Para explicarlo mejor. Estos dos partidos, fueron jugados por los dos equipos con jugadores de las ligas locales.
Ahora, los Brasileros, tienen en su liga a una buena base del scratch que juega normalmente, es decir un equipo fuerte, un poco acostumbrado al aire de selección.
Los nuestros sin embargo, no. Entonces Sabella, hizo lo que un “técnico de Club” hace.
Jugamos contra un equipo, en la previa, superior, juguemos a no perder.
Y ese error hace que los nuevos jugadores, no hayan aprendido nada de lo que será requerido de ellos si es que suben a la verdadera selección.
Argentina trata normalmente de tener posesión, dominio territorial, pasarla y encontrar huecos.
Pero el DT mostró signos de las presiones que su posición traen, al renunciar a pensar en el objetivo principal, que era ver jugadores y tratar de cuadrarlos dentro de los esquemas tácticos del equipo que afrontara las eliminatorias. En vez fue resultadista, busco no perder, impuso en sus dirigidos la idea que jugar en la selección no es salir a ganar.
Sabella tuvo una doble oportunidad, y para mi la desperdicio.
Y llega aquí la doble oportunidad del nuevo técnico para probar jugadores locales contra el viejo enemigo Brasil, en partidos de ida y vuelta.
Para mí, estos dos cotejos debieran haber tenido dos propósitos.
1) ver si algunos de los que juegan en el país, tienen la capacidad y jerarquía de ser internacionales
2) Trabajar de manera tal que haya una coherencia táctica con lo que la versión europea y principal de la selección normalmente hace.
Para explicarlo mejor. Estos dos partidos, fueron jugados por los dos equipos con jugadores de las ligas locales.
Ahora, los Brasileros, tienen en su liga a una buena base del scratch que juega normalmente, es decir un equipo fuerte, un poco acostumbrado al aire de selección.
Los nuestros sin embargo, no. Entonces Sabella, hizo lo que un “técnico de Club” hace.
Jugamos contra un equipo, en la previa, superior, juguemos a no perder.
Y ese error hace que los nuevos jugadores, no hayan aprendido nada de lo que será requerido de ellos si es que suben a la verdadera selección.
Argentina trata normalmente de tener posesión, dominio territorial, pasarla y encontrar huecos.
Pero el DT mostró signos de las presiones que su posición traen, al renunciar a pensar en el objetivo principal, que era ver jugadores y tratar de cuadrarlos dentro de los esquemas tácticos del equipo que afrontara las eliminatorias. En vez fue resultadista, busco no perder, impuso en sus dirigidos la idea que jugar en la selección no es salir a ganar.
Sabella tuvo una doble oportunidad, y para mi la desperdicio.