Hay muchos clasicos en el mundo que dicen ser los mas grandes. Tal es el caso del Barcelona vs Real Madrid o Manchester United vs Liverpool o Rangers vs Celtic o Galatasaray vs Fenerbahce o Inter vs Milan o tantos otros en sudamerica tambien.
Pero habiendo cubierto todos los grandes derbis del mundo, yo puedo asegurar que River vs Boca es sin lugar a dudas el mas grande de todos.
Los otros son partidos importantes, con rivalidades epicas y muy apasionados, pero la idiosincrasia nuestra nos lleva a vivir el futbol de manera distinta. Ni mejor, ni peor. No queremos a nuestros equipos ni mas ni menos que esos hinchas del exterior, solo lo demostramos de manera diversa.
Y en ese marco estamos a punto de llegar a otro superclásico. Despues de un ano perdido por el descenso de River, el retorno no podria ser en condiciones mas atrayentes.
Los dos equipos vienen con altibajos en los resultados y en sus actuaciones.
Cuando River jugo bien, goleo tambien. Pero incluso llego a mostrar sus dos caras en un mismo partido contra Newell’s. Cuando lo dominaba y le ganaba comodamente 3-0 y termino empatando 3-3 y pidiendo la hora.
Boca, por su parte, llega con muchas dudas. Sin estar jugando bien, y sin conseguir los resultados a los que estan acostumbrados, necesitan ganarle a su eterno rival para tener mas tranquilidad y organizar el caos interno que vive el club y el plantel.
River es un poco como la selección Argentina de momento. Cuando las piezas engranan, del medio hacia arriba, tienen poder para liquidar los partidos.
Empezando por ese doble cinco de Ponzio y Cirigliano, que se entienden bien y roban y hacen jugar. Siguiendo por Lanzini, que cuando se inspira sabe llevar peligro.
Adelante esta siempre la amenaza de Trezeguet y quien sea su companero (Funes Mori, Luna o Mora).
Pero atrás duda mucho. Los laterales no abundan y los centrales no se complementan bien todavía.
Esto provoca mucho nerviosismo, hace que a veces el doble cinco juegue muy retrasado y pierda impacto, sorpresa y precision, quitandole claridad al equipo.
Por el lado de Boca, extranan mas a Roncaglia que a Riquelme, y las divisiones internas, se notan en el juego del equipo.
Schiavi, con mucho oficio, pero sin la velocidad, ni el manejo de tiempos de hasta hace un ano y medio atrás, una defensa que era impenetrable, concede muchos goles.
Somoza, todavía corre y pone, pero sin la eficacia de otrora, Sanchez Mino y Ervitti entran y salen del equipo al igual que Ledesma y el Pochi Chavez.
Arriba deambulan mezclando buenas y malas Silva, Viatri y Blandi.
Un equipo que no sabe jugar en conjunto, que no se entiende, que no tiene conductor (ahí si extranan a JRR)
Pero dicho todo esto, un clasico es siempre un partido distinto y la forma en que se gane no interesa.
Pero nosotros, los de afuera, esperamos que se vean las mejores versiones de estos dos equipos y que jueguen un partido memorable.
Pero habiendo cubierto todos los grandes derbis del mundo, yo puedo asegurar que River vs Boca es sin lugar a dudas el mas grande de todos.
Los otros son partidos importantes, con rivalidades epicas y muy apasionados, pero la idiosincrasia nuestra nos lleva a vivir el futbol de manera distinta. Ni mejor, ni peor. No queremos a nuestros equipos ni mas ni menos que esos hinchas del exterior, solo lo demostramos de manera diversa.
Y en ese marco estamos a punto de llegar a otro superclásico. Despues de un ano perdido por el descenso de River, el retorno no podria ser en condiciones mas atrayentes.
Los dos equipos vienen con altibajos en los resultados y en sus actuaciones.
Cuando River jugo bien, goleo tambien. Pero incluso llego a mostrar sus dos caras en un mismo partido contra Newell’s. Cuando lo dominaba y le ganaba comodamente 3-0 y termino empatando 3-3 y pidiendo la hora.
Boca, por su parte, llega con muchas dudas. Sin estar jugando bien, y sin conseguir los resultados a los que estan acostumbrados, necesitan ganarle a su eterno rival para tener mas tranquilidad y organizar el caos interno que vive el club y el plantel.
River es un poco como la selección Argentina de momento. Cuando las piezas engranan, del medio hacia arriba, tienen poder para liquidar los partidos.
Empezando por ese doble cinco de Ponzio y Cirigliano, que se entienden bien y roban y hacen jugar. Siguiendo por Lanzini, que cuando se inspira sabe llevar peligro.
Adelante esta siempre la amenaza de Trezeguet y quien sea su companero (Funes Mori, Luna o Mora).
Pero atrás duda mucho. Los laterales no abundan y los centrales no se complementan bien todavía.
Esto provoca mucho nerviosismo, hace que a veces el doble cinco juegue muy retrasado y pierda impacto, sorpresa y precision, quitandole claridad al equipo.
Por el lado de Boca, extranan mas a Roncaglia que a Riquelme, y las divisiones internas, se notan en el juego del equipo.
Schiavi, con mucho oficio, pero sin la velocidad, ni el manejo de tiempos de hasta hace un ano y medio atrás, una defensa que era impenetrable, concede muchos goles.
Somoza, todavía corre y pone, pero sin la eficacia de otrora, Sanchez Mino y Ervitti entran y salen del equipo al igual que Ledesma y el Pochi Chavez.
Arriba deambulan mezclando buenas y malas Silva, Viatri y Blandi.
Un equipo que no sabe jugar en conjunto, que no se entiende, que no tiene conductor (ahí si extranan a JRR)
Pero dicho todo esto, un clasico es siempre un partido distinto y la forma en que se gane no interesa.
Pero nosotros, los de afuera, esperamos que se vean las mejores versiones de estos dos equipos y que jueguen un partido memorable.