El futbol debiera ser todas esas tres cosas y no ser en lo que se transforma para muchos hinchas. Un asunto de vida o muerte.
El solo hecho de ser un deporte implica que es una competencia. En una competencia no siempre se gana y no siempre se juega al máximo de lo que uno puede.
El hincha quiere ver a su equipo ganar, si juega bien buenísimo, pero siempre y cuando gane.
Es una forma de vida. Después de un mal resultado nadie quiere ir al otro día al trabajo o a la escuela para ser el punto de todas las cargadas.
También es increíble ver y sentir la pasión de las hichadas en cada cancha, cada semana.
Hacer todos los sacrificios económicos que deben hacer para ir a ver su equipo, gane, empate o pierda y alentarlo es conmovedor.
También se entiende la frustración cuando las cosas no salen bien y el equipo cae en pozos o no logra salir adelante.
Pero cuando se cruza esa línea imaginaria entre alentar e intimidar, ahí, ya no existen las justificaciones.
Verdad: es el peor ano en la historia de River Plate. Están jugando en el Nacional B, donde creían que solo por llamarse River iban a ganar todos los partidos (otra vez mentalidad de hincha), y se están dando cuenta que justamente por ser quienes son es que los rivales les salen a jugar con todo lo que tienen, y a veces les ganan.
Y para colmo de males ¡Boca salio campeón!
Ya se, me dirán que estoy hablando con lógica y no con el corazón y es verdad. Aunque duela, hay que aceptar que se esta en un torneo largo y que va a ser difícil, muy difícil.
Y cuanto antes se den cuenta, mejor va a ser, mas van a alentar, mas van a ayudar a su equipo y menos malasangre se van a hacer cada semana.
Demostrar la frustración con pintadas e insultos contra el presidente del club no beneficia a nadie.
“refuerzos de categoría ¡Aimar ya!” lee una de las pintadas. ¿De verdad creen que Passarella no lo traería hoy mismo?
¡Basta de falsas promesas! Dice otra pintada. Es muy noble pedir por el fin de mentiras y si las hubiera quien mienta debe ser castigado por los medios correctos. El voto y la rendición de cuentas a los socios del club.
¡Traidor! Por ahí nos dicen. Es una injusticia grande llamar a la actual comisión directiva traidores. Entiendo que el progreso que se esta haciendo es mas lento de lo esperado, pero el problema principal es el mismo que cuando ellos asumieron: NO HAY PLATA.
Se hizo lo que pudo para traer a los que han traído.
Es notable que jugadores como Cavenaghi y el Chori Dominguez se hayan bajado de sus equipos europeos y contratos millonarios para representar al club de sus amores.
Pero como ellos dos no hay muchos. Y sin dinero, no se puede hacer mucho.
Se vendió a jugadores y hubo que usar esas entradas para pagar deudas.
Miremos al futuro.
Juzgar a Passarella por lo que ha hecho hasta el momento es prematuro.
Las verdaderas intenciones se verán cuando las presiones por sanear deudas bajen.
Para mi es importante que hayan empezado desde abajo. Poniéndole precios protectivos a prospectos juveniles, así no pierden valor y no se los siguen llevando por nada. Poniendo cláusulas de rescisión en un contrato, nos dice que se esta programando hacia el futuro. Que si llega una oferta por alguno, no hay que improvisar una cifra y vender por debajo del valor deseado.
El futuro de River va a aparecer después de las ventas casi seguras de Ocampos y otros como el que puedan traer divisas al club para empezar a sacarlo de la más que precaria situación en que se encuentra.
A Passarella habrá que juzgarlo, por como use ese dinero que llegue, por como este la contabilidad del club a largo plazo.
No digo que este haciendo todo bien, para nada. Hay errores en la conducción, pero no porque sea un traidor o un ladrón
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Esta pagando la inexperiencia de ser nuevo en el juego de ser dirigente, de ser nuevo en como manejarse con “el Padrino” en la AFA. Y esta pagando por ser el mismo Daniel que era como jugador y como entrenador: cabeza dura y testarudo.
Si como jugador y entrenador los hinchas lo idolatraron a veces y lo respetaron en otras ocasiones, deberían hacer lo mismo ahora que ellos mismos lo pusieron como presidente del Club Atletico River Plate.